¿Te has sentido frecuentemente en alguna de estas situaciones?
- Me quedo en blanco y no sé qué contestar.
- Siento que hay algo en mi cabeza que me impide pensar con claridad o tomar una decisión.
- Me siento triste o con ganas de llorar pero me resulta imposible hacerlo.
- Tengo ganas de llevar a cabo cosas que deseo profundamente pero cuando me voy a poner a hacerlo me quedo como inmovilizado.
Estos son sólo algunos de los ejemplos de situaciones en las que estamos sufriendo un bloqueo mental o emocional.
¿Qué es un bloqueo mental o emocional?
Bloquear significa impedir que algo siga su curso normal, quedando estancado, parado.
Cuando nuestra mente nos bloquea reiteradamente en una situación determinada, lo que está llevando a cabo es una estrategia defensiva, es decir nos está intentando “proteger” de algo que considera que puede ser peligroso o generarnos malestar.
Lo que ocurre es que, a veces, nuestra mente tiene códigos erróneos y percibe como excesivamente peligroso algo que no lo es. Un bloqueo en un examen puede ser el producto de que nuestra mente perciba como “esencial en nuestra vida” aprobarlo, cuando realmente sólo sea aconsejable o deseable o beneficioso hacerlo, pero que no nos vaya la vida en ello.
Cuando sufrimos un bloqueo mental sentimos que nuestra mente se queda en blanco o que el curso del pensamiento va lento y descoordinado, como si no pudiéramos pensar con claridad. En el caso de los bloqueos emocionales, son las emociones las que no fluyen, no podemos expresarlas y quedan atrapadas en nuestro interior generándonos malestar.
Tanto los bloqueos mentales como los emocionales pueden ser esporádicos y pasajeros, generalmente producto de situaciones de estrés mantenido en el tiempo con un cansancio prolongado, o pueden ser habituales y generalizarse en el tiempo. En este último caso los bloqueos suelen ser producto de situaciones de nuestro pasado que es aconsejable procesar y resolver para eliminarlos.
¿Por qué tenemos bloqueos mentales y emocionales?
Las causas de los bloqueos emocionales y mentales pueden ser muy diversas y varían según cada persona. Estos son algunos de los motivos por los que nos bloqueamos:
- Situaciones traumáticas del pasado que no hemos podido procesar adecuadamente. Nuestra mente guarda el recuerdo y ante “situaciones similares” del presente nos defiende mediante un bloqueo para evitar que volvamos a sufrir. Lo que ocurre es que a veces nuestra mente codifica como “situación similar” algo que realmente no lo es y la reacción del bloqueo es excesiva frente al estímulo en sí.
- Un mal aprendizaje de la gestión emocional. Es posible que en nuestra infancia no nos hayan enseñado a manejar las emociones correctamente o incluso hayan fomentado que no las expresemos. “No te pongas rabiosa que te pones muy fea”, es una frase que ejemplifica cómo se nos prohíbe expresar la rabia.
- Creencias nucleares negativas interiorizadas en la infancia. Si de pequeños nos dijeron con frecuencia expresiones negativas o descalificadoras sobre nuestras aptitudes o capacidades (“eres un ínútil”, “eres tonto” o “eres un zoquete”…) acabamos automatizándolas y haciéndolas nuestras, sin cuestionar su veracidad o no y actúan de bloqueantes en situaciones determinadas.
- Miedo y culpa excesivos. Son dos situaciones emocionales que generan bloqueo. Si no somos capaces de gestionar ambas adecuadamente pueden acabar limitándonos en muchas situaciones.
- Perfeccionismo desmesurado. Una necesidad de hacerlo todo de manera perfecta no nos va a permitir dejarlo en lo “muy bueno” (qué está muy bien) y nos exigimos más y más, de tal manera que acabamos conectando con miedo a no hacerlo perfecto y miedo a fracasar (o atiquifobia) bloqueándonos.
Consecuencias de los bloqueos mentales y emocionales
La mayoría de nosotros hemos sufrido en algún momento puntual un bloqueo mental o emocional y lo recordamos con desagrado. Cuando se trata de algo puntual podemos analizar la situación, comprender qué puede haber pasado y encontrar claves que nos ayuden a evitar que vuelva a suceder.
Sin embargo, cuando sufrimos de manera más permanente bloqueos emocionales y mentales nos cuesta más poder analizar el proceso y nos quedamos experimentando una sensación de frustración y malestar que pueden llegar a ser dolorosos y angustiantes.
Éstas son algunas de las consecuencias que pueden resultar de los bloqueos generalizados:
- Estado de ánimo bajo y depresivo
- Aumento de nuestra inseguridad llegando a poder tener cuadros de ansiedad.
- Dificultad para diseñar un proyecto vital propio ilusionante
- Problemas en el aprendizaje académico y en la trayectoria profesional
- Dificultades en nuestras relaciones personales y de pareja
El desbloqueo emocional y mental
Sí, es posible. En CENTRUM Psicólogos utilizamos técnicas de última generación en psicoterapia que permiten identificar el origen del bloqueo, reprocesarlo y desbloquearlo.
- Una vez identificado el origen EMDR nos ayuda a desbloquear emociones y a cambiar las creencias nucleares negativas asociadas
- Mindfulness nos permite identificar las emociones bloqueadas y aprender a estar experimentándolas sin malestar
- Técnicas cognitivo conductuales que ayudan a analizar las distorsiones cognitivas que nos bloquean.
- Técnicas de coaching que refuerzan nuestros aspectos más positivos, aumentan nuestra autoestima y nos ayudan a superar nuestras limitaciones
Si te sientes bloqueado/a mental o emocionalmente, es el momento de poner fin a la situación y desbloquear lo que te está impidiendo disfrutar plenamente. Podemos ayudarte. Recuerda que nuestra primera consulta informativa es gratuita.