Psicología y Conducción - Reportaje a Centrum Psicólogos

Reportaje en Car & Driver sobre Psicología al Volante

06-07-2015
Centrum

¿Cómo afecta nuestra personalidad en la forma en que conducimos? ¿Qué factores psicológicos pueden ocasionar la pérdida de concentración al volante? ¿Existe alguna relación entre nuestro estado de ánimo y la posibilidad de sufrir  un accidente? ¿En qué consiste la Amaxofobia o miedo a conducir? ¿Es posible superarla? 

En el número de JULIO de la Revista Car and Driver la Directora de CENTRUM Psicólogos, Francesca Román, da respuestas a éstas y otras preguntas sobre los factores psicológicos al volante.

No cabe duda de que la personalidad es un factor determinante a la hora de conducir. Por ejemplo: un individuo con una personalidad con rasgos antisociales no va a conducir o incluso a aparcar su coche de la misma forma que una persona con rasgos menos agresivos.

Como en otras decisiones de mayor o menor calado nuestra personalidad va a determinar la elección en cierta medida la elección de nuestro coche. A la hora de comprarnos un coche, más allá de ciertas cuestiones económicas o funcionales que ser determinantes en la elección, vamos a elegir el color, la cilindrada, la nacionalidad o incluso el equipamiento en gran medida según los rasgos de nuestra personalidad.

Durante la conducción nos vemos sometidos a situaciones en las que los estímulos se repiten durante un tiempo prolongado, o recibimos simultáneamente diferentes estímulos por canales diferentes (vista, oído, etc.) Si nos encontramos cansados o con sueño la atención y concentración va a ser menor y nos va a costar mucho más mantenerla durante un tiempo prolongado.

No debemos olvidar que quien conduce es un ser humano y por lo tanto si está sometido a estados de ánimo extremos (tristeza intensa o euforia excesiva) va a tener repercusión en la forma de conducir. Un bajo estado de ánimo puede hacer, por ejemplo, que conduzcamos ensimismados en nuestra tristeza y no estemos atentos a señales de peligro. Igualmente, una euforia excesiva puede llevarnos a conductas de mayor riesgo e impulsividad siendo también más vulnerables a los accidentes.

Por último, respecto a la Amaxofobia o miedo a conducir, conviene tener en cuenta que se manifiesta no sólo en conductores noveles, sino especialmente en conductores expertos, personas que han conducido desde hace años y para los que la actividad de conducir era un hecho placentero.

El origen del miedo a conducir puede encontrarse en situaciones diversas. Es frecuente que aparezca en personas que han sufrido una experiencia traumática que no siempre tiene por qué estar relacionada con un accidente de tráfico.

La amaxofobia puede superarse mediante la ayuda profesional. Algunas técnicas innovadoras utilizadas por psicólogos como EMDR o hipnosis clínica buscan el origen de la amaxofobia y abordan el problema a fondo con resultados satisfactorios

Para leer el reportaje completo aquí: CAR AND DRIVER