Cada vez con mayor antelación las calles se decoran con luces navideñas, los supermercados ofrecen alimentos típicos de esta época y comienzan a sonar villancicos. El listado de compromisos sociales y familiares a veces nos deja exhaustos y allá donde vayamos escuchamos esos mensajes que nos recuerdan que en Navidad tenemos que ser felices y estar todos juntos, unidos y en paz.
Sin embargo, para muchas personas, la Navidad dista mucho de ser un momento de alegría y sienten un malestar profundo al enfrentarse con todo lo que tenga que ver con las celebraciones navideñas mientras cruzan los dedos esperando que llegue pronto la vuelta a la normalidad.
En este punto es inevitable preguntarse: ¿Es que soy un amargado o hay algo más en el fondo?
Podemos distinguir en este malestar dos fenómenos diferentes: El Síndrome del Grinch y la Natalofobia. Entender en qué consiste cada uno es el primer paso para abordarlos.
El Síndrome del Grinch o el rechazo a la Navidad
Coloquialmente, llamamos «Grinch» a las personas que odian la Navidad.
Sin embargo desde la psicología clínica entendemos que no se trata, sin más, de malhumor sino que es un mecanismo de defensa.
La hostilidad y el rechazo hacia la Navidad que muestran las personas con el Síndrome del Grinch puede ser una forma de defenderse ante la exigencia social de ser felices, especialmente cuando nos sentimos internamente tristes o apáticos.
Nuestra mente se protege así de esta «positividad tóxica obligatoria» que puede ser percibida como una agresión
Síntomas del Síndrome del Grinch
- Irritabilidad Intensa ante los símbolos navideños (música, decoración, dulces típicos…)
- Aislamiento voluntario
- Racionalización del rechazo mediante discursos (consumismo, etc…) que ocultan los motivos emocionales.
Natalofobia: El miedo paralizante a la Navidad
Las personas que sufren natalofobia tienen miedo a la Navidad.
Cuando se acercan los eventos navideños experimentan síntomas de ansiedad: taquicardia, temblores, sudoración, sensación de ahogo, insomnio y problemas gastrointestinales.
¿A qué se debe este miedo a la Navidad?
Puede estar asociado a diferentes causas:
- Agorafobia o miedo a sentirse rodeado de mucha gente en las calles o en los centros comerciales
- Traumas ocurridos en el pasado en el periodo navideño. Nuestra mente hace la asociación de estas fechas y el dolor traumático
- Ansiedad social en el entorno de las cenas sociales navideñas y el miedo a sentirse juzgado negativamente en ellas.
Estrategias para Sobrevivir (y vivir) las Fiestas
Si te sientes identificado con alguno de estos perfiles, la solución no es aislarte hasta que todo pase, ni forzarte a sonreír, sino cuidarte y proteger tu bienestar emocional
- Validando lo que sientes asertivamente. Tienes derecho a sentir lo que sientes ya sea tristeza, rabia o miedo.
- Dosifica situaciones incómodas y pon límites: No es imprescindible ser el mejor invitado, ni acudir a todos los eventos navideños. Prioriza los más importantes y limita tu presencia en aquellos más incómodos.
- Fomenta el autocuidado especialmente en estos días y continúa con tus rutinas de actividad física, sueño, meditación, etc.
¿Necesitas ayuda profesional?
A veces, el rechazo a la Navidad es sólo el indicador más visible de otras cuestiones más profundas como un estado de ánimo depresivo o un problema de ansiedad que hemos ignorado.
En Centrum Psicólogos te ayudamos a explorar las causas de ese malestar y a abordarlas para evitar sufrimiento y abordar la raíz de ese problema.
Nuestro equipo de psicólogos es experto en este tipo de tratamientos y ofrecemos terapia en el centro de Madrid y también online con un enfoque integrador.
Si las fiestas de Navidad te superan, en Centrum te ayudamos a recuperar el control.
