Perfeccionismo y control excesivo

Si no lo haces tú, no queda bien: el coste emocional del control

09-07-2025
Francesca Roman

¿Piensas que sólo si lo haces tú quedará bien? ¿Crees firmemente que tú lo haces más rápido y mejor?

Esta actitud, muy frecuente en nuestros días, se basa en al creencia de que para que nuestras tareas queden perfectamente realizadas es imprescindible que supervisemos personalmente cada detalle. Sólo así los resultados serán satisfactorios.

Lo que aparentemente parece algo positivo, una virtud a reforzar y que se asocia a personas muy responsables, puede convertirse a corto plazo en una estrategia agotadora que genere un serio problema de salud mental, derivando en cuadros de estrés, problemas de ansiedad, alteraciones del sueño con insomnio e incluso enfermedades psicosomáticas.

¿Qué hay detrás de esa necesidad de control?

La necesidad de lograr la perfección en todo lo que hacemos ya sea a nivel laboral o personal es lo que generalmente está detrás de la conducta de control. De esta manera pretendemos reducir el riesgo de cometer errores y disminuir la incertidumbre.

El control es inicialmente una estrategia de afrontamiento del miedo que, como podemos imaginar, tiene generalmente resultados limitados, ya que no logra eliminar totalmente nuestros temores.

Y a pesar de todo esto ¿Qué nos hace seguir repitiendo esta dinámica de control extremo?

Esta necesidad puede estar motivada por diferentes factores:

  • Situaciones del pasado en las que la falta de control tuvo consecuencias negativas para nosotros y de las que hemos podido sacar la conclusión de que «sólo controlando evitaremos volver a experimentar aquel malestar»
  • Modelos de pensamiento y patrones de actuación rígidos poco permeables al cambio que nos hacen creer que sólo soy capaz de hacer las cosas de una determinada manera y que esa es la «perfecta y correcta»
  • La necesidad de perfección como forma de validación. Si en nuestra infancia nos han exigido y reforzado los «resultados perfectos» este aprendizaje queda interiorizado.
  • Baja tolerancia al malestar y a la frustración que implican una dificultad para aceptar lo imperfecto o lo que es diferente al ideal generado en nuestras expectativas internas.
  • Miedo al rechazo asociado a experiencias tempranas traumáticas que generan inseguridad. El control y la perfección se plantean como «soluciones» para la validación externa y evitar sentirnos rechazados.

Consecuencias del control excesivo y el perfeccionismo

Estos son algunos de los efectos que pueden tener sobre nuestro cuerpo y mente:

  • Fisiológicas
    • Agotamiento físico y mental.
    • Síntomas de ansiedad (taquicardia, dificultad para respirar, temblor, sudoración…)
    • Insomnio
  • Cognitivas
    • Pensamiento obsesivo rumiativo
    • Reducción de la creatividad y espontaneidad
    • Autoconcepto negativo
  • Emocionales
  • Salud
    • Problemas psicosomáticos
  • Sociales
    • Deterioro de las relaciones sociales

Herramientas para soltar el control

Aunque soltar el control excesivo no es fácil y requiere un aprendizaje, es posible progresivamente ir avanzando para lograr:

  • Sustituir el control del miedo y alcanzar una correcta gestión emocional
  • Esquemas mentales más flexibles y adaptativos
  • Aumentar la seguridad básica interna
  • Experimentar una buena autorregulación

¿Cómo ir avanzando hacia nuestros objetivos?

  1. Identifica el peligro del que te advierte el miedo. Si estoy sintiendo miedo ¿de que posible peligro me está previniendo? Podrás ver que, en la mayoría de las ocasiones, el peligro no es tal y que está magnificado en nuestra mente
  2. Contacta con el presente. Nada malo ocurre en él. Nuestros miedos siempre están asociados a situaciones del pasado y a pensamientos terroríficos de futuros hipotéticos
  3. Practica la asertividad. Recuerda que uno de los Derechos Asertivos alude a tu derecho a cometer errores y no ser perfecto. Ser no-perfecto es humano y liberador.
  4. Prueba a delegar. Puedes ir poco a poco derivando pequeñas tareas. Comprobarás que aunque los otros lo hacen diferente a ti, eso no implica que los resultados no sean eficaces.
  5. Baja los brazos y no luches ante lo inevitable. Aceptar el cambio, la diferencia y que la realidad dista mucho a veces de nuestras expectativas ideales te evitará mucho malestar
  6. Busca lo bueno de lo malo. Existe en todo y en todos.

¿Eres controlador emocional?

Te proponemos un test rápido para salir de dudas.

Responde SÍ O NO a las siguientes preguntas


1. ¿Te cuesta delegar tareas porque crees que nadie las hará tan bien como tú?
2. ¿Experimentas ansiedad y malestar si el resultado de las cosas no es como idealmente lo habías pensado?
3. ¿Sueles supervisar el trabajo de otras personas, aunque no esté dentro de tus funciones?
4. ¿Prefieres hacer las cosas tú personalmente antes que pedir ayuda, incluso en un momento de agobio?
5. ¿Te molesta que otros tomen decisiones que afectan un plan tuyo sin consultarte previamente?
6. ¿Te cuesta aceptar que los otros pueden hacer las cosas de manera diferente a la tuya?
7. ¿Te cuesta no planificar posibles escenarios futuros en situaciones de incertidumbre?
8. ¿Te inquieta la incertidumbre o la falta de información en una situación?
9. ¿Te cuesta estar en paz cuando hay algo pendiente o que no está «bajo control»?
10 ¿Crees que eres la única persona capaz de resolver ciertas tareas eficazmente?

Resultados del test: 5 o más respuestas positivas indican que la necesidad de control podría estar afectando tu bienestar emocional y tus relaciones.


¿Cuándo es el momento de buscar ayuda profesional?

Si esta necesidad de control y el perfeccionismo extremo te está generando malestar y sufrimiento es el momento de pedir ayuda profesional.

En Centrum Psicólogos, te ofrecemos un espacio seguro, confidencial y profesional para explorar las raíces de esta necesidad de control y desarrollar herramientas efectivas para gestionar y recuperar el equilibrio en tu vida.

Entender y trabajar con estas dinámicas es un paso fundamental para tu bienestar emocional. No dudes en contactarnos para una primera consulta. Estamos aquí para ayudarte.


Sobre el autor

Soy Francesca Román. Mi interés como Psicóloga y Coach Nutricional me ha llevado a formarme en áreas de Salud como la Medicina Psicosomática, Trauma, Psicopatología y Psiquiatría y en las técnicas más avanzadas en psicoterapia: EMDR, Hipnosis Clínica o Mindfulness. En los últimos años me he dedicado a mi gran pasión: el tratamiento de los Problemas de Alimentación. Hace años creé CENTRUM Psicólogos, un espacio para la salud, que cuenta con un equipo de profesionales que apuestan por una psicoterapia breve e innovadora y que se ha convertido en un referente de psicoterapia de calidad en Madrid.

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