Se acercan las vacaciones y para algunas personas la tortura que suponer viajar en avión. Una experiencia tan cotidiana como volar puede llegar a convertirse en algo terrorífico para muchos de nosotros, son muchas las personas que tienen miedo a volar.
Aunque los niveles de inquietud que podemos llegar a experimentar son variables, si las molestias que sufrimos son intensas, el miedo a volar puede conducirnos a evitar tomar un avión renunciando con ello a ciertos destinos únicamente accesibles por este medio o a tomar alternativas tan sacrificadas como conducir largas distancias en coche o autobús.
Aerofobia: el miedo a volar
A veces los síntomas que nos produce viajar en avión (taquicardia, vómitos, mareo, dificultad para respirar, etc.) son tan intensamente molestos que llegamos a evitar utilizar este medio de transporte en nuestros desplazamientos. Esto es lo que se conoce como aerofobia (fobia a volar) o miedo a volar.
El miedo a volar es una de las fobias más frecuentes y puede estar asociada a otras fobias como la claustrofobia (fobia a los espacios cerrados) o a la acrofobia (fobia a las alturas). Es habitual que aparezca en personas que debido a falta de cierta seguridad básica, necesitan «tener todo bajo control». El viaje en avión es una experiencia donde la sensación de no tener control sobre el entorno se hace más evidente, de ahí que estas personas sean más propensas a sufrir esta fobia.
El origen del miedo a volar puede estar en alguna experiencia de vuelo previa muy negativa o en un accidente, pero no siempre es el caso. Con frecuencia encontramos en la base de este miedo una experiencia traumática no relacionada con el hecho de volar.
¿Cómo vencer la fobia a volar?
Cuando no podemos eludir viajar en avión recurrimos a soluciones parciales para «pasar el mal trago» que supone volar: tomamos alcohol, un ansiolítico o una combinación de ambos, practicamos técnicas de respiración o intentamos distraernos, pero comprobamos que no suele ser la solución a nuestro problema, dado que éste permanece e incluso se hace más patente cuando en el futuro prevemos la necesidad de volar.
Para superar el miedo a volar, disponer de información sobre la seguridad de los aviones suele ser también insuficiente. El miedo va más allá de lo puramente racional y los argumentos en este sentido no consiguen tranquilizarnos. Decirnos a nosotros mismos que «todo va a ir bien» es igualmente estéril. Nos sentimos descorazonados y pensamos ¿Nada funciona?
Tratamiento para el miedo a volar con EMDR
Los terapias tradicionales para el tratamiento de la fobia a volar (exposición en vivo o con imágenes) siendo muy eficaces, han mostrado tener limitaciones. Algunos estudios donde se han comparado con otras técnicas alternativas así lo muestran.
Cuando el origen de la fobia está basado traumas o su tratamiento mediante exposición en vivo -como es el caso del miedo a volar- resulta complicado, la utilización de la técnica EMDR puede resultar tremendamente eficaz.
El uso de EMDR para el tratamiento de la fobia a volar reduce drásticamente el tiempo del mismo, llegando en ocasiones a superar el problema en tan sólo un número reducido de sesiones.
Si este verano te gustaría viajar en avión pero el miedo a volar te lo impide, ponte en contacto con nosotros. En CENTRUM Psicólogos, el Equipo de Profesionales está especializado en EMDR y tenemos amplia experiencia y éxito en el tratamiento de la fobia a volar. Recuerda que la primera cita es gratuita.
Embárcate rumbo a la solución a tu miedo a volar.